Generalmente después de sacar mascotas de las calles o de hogares en los cuales son maltratados se busca rehabilitarlos en todas sus formas para así ofrecerlos en adopción.
Pero también algunas veces estos animales son llevados a perreras para luego sacrificarlos, muchas veces a través de procedimientos violentos y crueles. Esto se da generalmente cuando son las municipalidades quienes se encargan de rescatar a estos animales y al no tener opción alguna de rehabilitación o adopción se procede a “eliminarlos”.
En cambio cuando el recate es realizado por grupos protectores de animales se trata de buscar un hogar en donde sean tratados dignamente y en donde no terminen abandonados, olvidados, amarrados o en el techo de alguna casa, tratando que ese nuevo hogar sea una oportunidad de vida para él. Generalmente la misión no termina ahí ya que los animalitos van a prueba por un periodo aproximado de 15 días, el llamado plazo de acoplamiento, tanto para los nuevos dueños como para el animalito y si durante ese periodo no se adaptan el animal se puede regresar o intentar con otro animal, lo que se busca es que los nuevos dueños estén a gusto y conformes con su selección ya que así será más fácil brindarles el cariño y cuidados necesarios.
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